miércoles, 4 de noviembre de 2009

Dulce Oscuridad de Juegos Malabares



Juegos Malabares


Estoy en la cama y son las 5:16 de la mañana. No puedo dormir.
Acabo de llegar a casa y no tengo ganas de nada.
Sólo quiero, sólo necesito escribir.
Los juegos malabares son como el amor.
Por muchas veces que intentes que las pelotas no se caigan, por mucha práctica que tengas, las bolas se acaban cayendo sin que puedas hacer nada.
Y a veces, ¿de qué sirve luchar si sabes que no lo lograrás? Por eso siempre, una y otra vez, cuando confío en que las pelotas no se caerán, cuando me dispongo a hacer un nuevo truco o simplemente seguir adelante, todo acaba yéndose a pique y las pelotas tiradas por el suelo.
Pero quizás lo más difícil es volver a cogerlas, una a una y comenzar otra vez de forma diferente para ver si así sale bien…
Pero resulta demasiado difícil agacharse una y otra vez, sentir ese dolor en el costado sabiendo que quizás vuelvan a caer y llegue un momento en que decidas no agacharte a recogerlas.
A veces cansa ser una puta aficionada a los juegos malabares.

1 comentario:

  1. Concuerdo contigo amiga. Pero cada vez que caen pienso que algún día ya no van a caer más. Cómo decía el padre de Bruce Wayne "para qué caemos? para aprender a levantarnos". Es como la vida.
    Saludos desde Uruguay.
    Lu

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